domingo, 29 de abril de 2012

II Marcha Cicloturista Ruta de los Nazaríes

El 22 de abril, junto a mi cuñado Luis, nos trasladamos a tierras granadinas para disfrutar y participar en esta marcha cicloturista que aconsejo a todo el mundo amante de la bicicleta.

El lugar y el entorno por donde íbamos a ir, desprendía un olor a historia, tierra de batallas, traiciones, leyendas, amores y desamores, conquistas, guerras y escaramuzas, dolor, odio y sangre, mucha sangre...tierra donde los moriscos vivieron durante años, la alpujarra baja granadina y donde los cristianos expulsaron de sus tierras, recorriendo el Valle de Lecrín, donde miles de almas dejaron su vida por su tierra.

Dejando al un lado recuerdos históricos, el domingo 22, nuevamente hicimos el recorrido nazarí, pero en vez de ir montados a caballo, fuimos cabalgando en nuestras bicicletas, y en donde 150 cicloturistas dirigidos por el Club Deportivo Guad Al Xenil, nos dimos cita en La Zubia para ir rodando poco a poco y con paso firme entre los pueblos granadaninos, nada más y nada menos que 19 localidades conquistadas por la serpiente multicolor, siempre juntos sin fisuras y a un ritmo bastante alto, íbamos haciendo camino.




A las 09:00 horas iniciamos a rodar, saliendo de La Zubia, dirección a Cájar, Huetor Vega, la capital Granada, saludando a la majestuosa y extraordinaria Alhambra, siguiendo por Armilla y tras subir el Suspiro del Moro, iniciamos el camino para adentrarnos a la zona de la Alpujarra, no sin antes pasar por Alhendín, Padul, Durcal, Nigüelas, Lecrín, El Valle, donde iniciamos el ascenso al Puerto de Lanjarón de tercera categoría para posteriormente dejarnos caer hasta Orgiva.

A partir de este punto, rodamos por una carretera preciosa con constantes subidas y viendo como Sierra Nevada nos vigilaba desde las alturas, el paisaje impresionante, para llegar a la localidad de Vélez de Benaudalla, llevando en las piernas 85 km. aproximadamente y el ritmo era muy bueno, 29 km/h de media. Este era el punto de inflexión porque de un momento a otro iba a empezar el tramo libre y se notaba porque los "patas negras" iban colocándose en posiciones delanteras y nada más dar el toque de queda, salieron como flechas, el primer escollo duro de la jornada se llamaba el Alto de los Guajares, de 14,64 km. de longitud con un porcentaje medio de 4,92 % y rampas al 10 %, decir que los primeros kilómetros se trata de un falso llano, siempre tirando para arriba, con buena carretera, hasta la llegada a la localidad de Güajar Fargüit que tras una curva a derechas empezaba el infierno, duro, duro, durísimo, 6 km. de rampas duras y de asfalto rugoso, donde las ruedas se clavaban como clavos.




Ni que decir que el que suscribe se quedó solito, me adelantó todo el mundo y es que cuando uno no entrena, se nota una barbaridad y el algodón no engaña, el que iba bien era mi cuñado Luis que me adelantó como una moto y ya no lo ví más hasta la meta.
La bajada muy peligrosa, con el asfalto malísimo y eso donde había asfalto, muchos agujeros y curvas muy cerradas, tras esta bajada larga una nueva subida de 2 km. para ir calentando piernas para el último puerto. Llegó el Alto del Torrente, de 9 km., el cual me dio la puntilla y poquito a poco y muy lentamente iba subiendo, mal muy mal, pero lo importante es que llegué a lo más alto, donde se encontraba el arco de recogidas de tiempo y el final del tramo libre.

Desde lo alto del puerto hasta La Zubia, quedaban 23 km. aproximadamente, que se me hicieron eternos, llegando muerto.

Después de todo el sufrimiento y 150 km. en las piernas, mi cuñado Luis terminó en la posición 50, realizando el tramo libre en 1 hora y 40 minutos, yo un poco más atrás, el 111 en un tiempo de 2 horas y de 150 guerreros que empezamos terminamos 139.

Tras reponer fuerzas de la batalla y alguna que otra cervecita, camino de vuelta a Montilla, pudiendo decir que salimos ilesos de la batalla y que posiblemente el año que viene volveremos a las tierras moriscas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario