Segunda Quincena de Septiembre

La segunda parte del mes, la voy a dejar en regular, contando solamente cuatro salidas en bicicleta de carretera y la participación en el maratón MTB de Los Pedroches del día 16.

Voy a ser muy breve, el día 18 junto con mi cuñado Luis nos dimos una vueltecita por las localidades hermanas de Montilla, este día pasamos por Espejo, Fernan Nuñez, La Rambla y Montemayor, para terminar haciendo un total de 55,10 km. en 02:10 horas, encontrándose Luis cada vez más fuerte y con buenas sensaciones.

El día 20, nuevamente con Luis nos fuimos a Baena, pasando por Castro del Río, uniéndose a la vuelta mi compañero de trabajo, Luis, rodando a un buen ritmo y donde en la subida a Espejo, aumenté el ritmo, subiendo a plato, no pudiendo seguirme mis compis de salida. Este día fueron 75,40 km. en 02:37 horas, llegando a Montilla con un promedio de 29 km/h, la verdad que andamos bastante bien.

El 23, domingo salí con la Peña Cicloturista Montillana, juntándose un buen número de socios y saliendo varios gallos del pelotón, Camachito, Sergio y Quintero.

A Nueva Carteya, llegamos escapados Ico, Vila y el que suscribe, tirando a hierro, que calentón nos dimos, preparando las piernas para la subida al Puerto de Las Cumbres, la cual fue trepidante y muy rápida. Me junté con los gallitos antes mencionados, aguantándole un mísero kilómetro, pero no subí nada lento, así que figurarse como iban estos tíos...coroné el sexto, detras de Sergio, Camachito, Quintero, Vila y el Arce, dejándome caer para que los de por detrás me cogiésen y no darme en solitario un nuevo calentón.

La vuelta era por La Valeriana, rodando en grupo a un ritmo elevado y donde el que suscribe atacó en la subida, llevándome a rueda a Camachito y Quintero, los cuales llevé hasta donde pude aguantar, para después ellos dos terminar el trabajo y llegar en solitario a Nueva Carteya.

De Nueva Carteya a Montilla, último calentón, nuevamente me escapé en solitario, cogiéndome los de siempre pero esta vez me quedé con ellos, tirando hasta Montilla para que no nos cogieran y no nos cogieron. Al final 89 km. en las piernas de calidad en 03:02 minutos a una media de 29,34 km/h.

La última salida del mes fue el día 25, esta vez me junté con Francis, David Pino, Javi, Veredas y Luis, donde íbamos a realizar un recorrido exigente, subiendo por el basurero, donde subí a tope, llegando solo a Nueva Carteya y después subir al Llano por lo duro, esta vez hicimos la subida todos juntos como buenos hermanos y de ahí a Montilla, con un buen pedaleo. Terminamos con 60 km. en 02:19 horas.

A partir del día anterior nos visitaron las lluvias, lloviendo el miercoles, jueves,  viernes y sábado, siendo imposible coger la bici, esperando que en Octubre el tiempo nos de una tregua y podamos disfrutar de la bici nuevamente.

XX Maratón MTB Los Pedroches- Campeonato de Andalucía

El 16 de septiembre se celebró en Pozoblanco, la XX edición del Maratón de MTB, este año prueba del Campeonato de Andalucía, organizado por el club de ciclismo "UC Valle de Los Pedroches", donde se juntaron aproximadamente 450 biker procedentes de todas las provincias de Andalucía y alguno de otra comunidad autónoma, no teniendo que decir que lo que estaba en el cajón de salida era lo mejorcito del panorama de la MTB andaluz.

El recorrido, de 80 km., transcurría por terrenos típicos de la zona, terreno seco y empedrado, con numerosos sube y baja, un auténtico rompepiernas, teniendo varias subidas espectaculares, sobre toda la zona de las Antenas, el Puerto Calatrabeño, donde se sube por un cortafuegos, donde el primer tramo es una auténtica pared.

Junto a Juan Pedro Trujillo, profesional del equipo Wildwolf-Trek Pro Racing y posterior ganador de la prueba con un tiempo de 02:56:41 horas, Antonio Pérez Marín del Aquaslava CD, ganador en Master-30, Jesús del Nero, exprofesional y Alberto Benitez, profesional del Andalucía, participamos mi hermano Antonio y el que suscribe, cicloturistas consagrados...ufff...que dolor.

La carrera empezó con 4 km. de neutralizada para iniciar la marcha a todo gas, por un camino transitable y en buenas condiciones, hasta llegar a una zona más estrecha donde los bancos de tierra no dejaba rodar la rueda, de momento todo iba muy bien, a un ritmo frenético, no bajando las pulsaciones de 165.

La primera bajada, como todas del circuito, con muchas piedras sueltas, peligrosas bajadas donde tienes que estar concentrado en todo momento, llegó la primera subida, las minas del Chaparro, un repecho de 1,4 km al 5% de media pero con algún tramo al 15 %, y la que al ser la primera se subió bastante bien.

Después llegaba el Cerro del Sordo, la subida a las antenas, un Puerto de 7,5 km. con una pendiente media del 5,3 %, con rampas al 22%, siendo bastante ciclable el primer tramo, hasta llegar al cortafuegos donde en su primera parte tuve que poner el pie al suelo, una auténtica pared.

El ritmo seguía siendo bueno y eso que el calor apretaba de lo lindo, en toda la carrera me bebí seis botes, 3 litros de agua y gracias a la buena hidratación no sufrí calambres alguno.

Tras la subida a las antenas, llegaba un terreno pedregoso, con repechos que quitan el aliento, una zona rompepiernas donde el ritmo era irregular con las constantes bajadas y subidas, y donde el que suscribe a falta de 25 km. para meta me llegó una pequeña crisis que pude sofocar, la fatiga me estaba llegando y no cogía ritmo de pedal.

A 15 km. de meta llegaba una de las zonas más bonitas del recorrido, la otra sería el acercamiento a las antenas, por un  sendero totalmente cubierto, donde el sol no podía pasar, ibas rodando por un senderito protegido por muro de piedra a ambos lados, espacio justo para pasar la bicicleta, hasta llegar a la última subida bastante técnica donde las piedras eran los dueños del camino, intenté subir montado e iba consiguiéndolo pero pensándolo mejor y para evitar alguna caída o calambres me bajé de la bici y la mitad de la subida la hice a pie, una vez arriba quedaban 5 km.

A estas alturas de la carrera, me notaba bastante cansado, se notaba que me faltaba fondo e iba pedaleando sin mucha fuerza, y encima los últimos 10 km. iba totalmente solo, pero poco a poco iba haciendo camino hasta pasar por la fábrica de COVAP, donde el cartel de 1 km. me hizo respirar y relajarme de que todo estaba hecho.

Al final entre aplausos y ánimos de la gente entré en meta con un tiempo de 04:40:14 horas, llegando en la posición 248 de la general y 8º en la categoría cicloturista.

Mi hermano que no lo ví en toda  la carrera, y con  muchas dudas de su condición física, como todo un campeón terminó la prueba, pasando el arco de meta con 06:37:00 horas, sufriendo y llegando sin un gramo de fuerza, pero con pundonor y aunque llegó fuera de control, terminó y eso ya es mucho, sobre todo cuando ves que más de 100 personas han abandonado o llegado fuera de control.

mi hermano en segundo plano

Para despedir la crónica, decir que el próximo año, habrá que volver a estas tierras cordobesas, donde la naturaleza y sus parajes hacen de un deporte como el Mountain Bike, más espectcular si cabe, esperando que se animen más montillanos para hacerla.

Primera Quincena de Septiembre

Estamos acabando el verano y septiembre es uno de los meses de cambio de ciclo tanto del tiempo como del pensamiento, mes en el que decides coger más la bici y empezar a entrenar más asiduamente, pensando que el calor se ha quedado atrás, pero este año el maldito calor con su jefe en el cielo, no nos quiere dejar, aún así las salidas se notan más frescas y apetecibles.

Estos primeros quince días he alternado la mountain bike con la carretera ya que el 16 de septiembre participaba en la XX maratón MTB de Los Pedroches, prueba del campeonato de Andalucía, por tal motivo me he pegado unas muy buenas palizas por la sierra montillana, que aunque no tengamos puertos, tenemos un terreno rompepiernas increible con unas subidas que quita el hipo a más de un pro.

El primer día de mes con la bicicleta de carretera y junto a unos cuantos amigos, nos hicimos 78,80 km. en dos horas y cincuenta minutos, sacando 27,8 km/h de velocidad media, llegando a Puente Genil, para desviarnos hacia Santaella, para vovler a Montilla, bordeando La Rambla.

El lunes, día 3 junto a mi amigo Miguel Angel, el cual está empezando a coger la bicicleta, le di un pequeño sofocón y sin mediar palabra y con unas cuantas salidas en bicicleta en toda su vida, nos hicimos la friolera de 77,34 km. de mountain bike, en cinco horas aproximadamente, llegamos a Monturque por el camino de la fuente del álamo, enganchando la vía verde por las Navas de Selpillar, para rodar por la misma hasta Cabra, donde subimos el camino Melero, el camino viejo de Cabra y descender por el camino del Gallo, para llegar a salir por el camino de la fuente del caño y nuevamente a nuestro templo.
Decir que se comportó como un campeón, aguantando todo el recorrido sin problemas, teniendo una progresión ascendente y teniendo conocimiento que cada día rueda mejor.

Llegó los días 10, 11 y 12, días de auténtico y puro mountain bike, siendo nuestro particular tríptico de alta montaña, días de dureza extrema en el que la fatiga y el cansancio se hacía notar en nuestros cuerpos.

El día 10 junto a mi hermano y carrasquilla, dimos las primeras pedaladas, subiendo a cuesta blanca por el camino del Laurel, enganchando el camino porras, siguiendo por el camino Borbón, dirigiéndonos poco a poco a la subida de los perros para bajar a la Vereda y subir por último el cerro Toro. Al final en 02:15 h. recorrimos 35 km. durillos.

Al día siguiente, junto a Carrasquilla, realizamos la etapa reina, un total de 48,4 km., rodando por la vía romana para subir Las Cumbres por una vereda preciosa, espectacular, parecía que nos habíamos trasladado sin saberlo a la sierra cordobesa, tanto por la belleza, como por la dureza, duro, duro...teniendo que poner pie a tierra los últimos metros de la subida. La próxima subida que se agarraba era el camino del Brillante y por último subir por un camino pegado a las viñas que desemboca en el lagar de Los Borbones.
Un recorrido rompepeirnas y precioso, realizado en 03:05 h. a 15,7 km/h.

Sin descanso nuevamente con Carrasquilla llegó el día duro de verdad, 32,93 km. sin un ápice de descanso, solamente era subir y bajar para volver nuevamente a subir. Primera subida, el camino de los Gallos, puerto de categoría especial por los menos, aunque esta vez la tierra nos ganó la batalla ya que los últimos metros los hicimos andando, mucha tierra suelta imposible de combatir. El segundo puerto considerado especial, la cuesta conocida como el Padre Nuestro, hormigonada...ufff!!!...como agarra la subida, teniendo que tirar de riñones, sobre todo la última rampa...duro, duro, duro...arriba llegué a  190 pulsaciones...teniendo que parar y descansar un instante. Tocaba bajar pero por poco tiempo ya que llegaba la subida de la "caja de cervezas", subida más larga pero menos dura, aunque tiene también su punto.
Tras visitar la Virgen del Pincho, fuimos fiel a su nombre y la bajada fue un total desastre, pinchamos las dos ruedas, teniendo pinchos clavados en ambas cubiertas, teniendo que pararnos cada dos por tres a inflar las ruedas, ya que era imposible quitar los pinchos de las cubiertas y cada vez que cambiabas la cámara volvías a pinchar, en fin, un auténtico infierno.

Para terminar la primera quincena, el día 14 esta vez con mi cuñado Luis y con la bicicleta de carretera fuimos a Puente Genil, volviendo por Los Arenales, haciendo 61 km en 2 horas 20 minutos, viviendo mi cuñado sensaciones encima de la bicicleta y que por culpa de la lesión de rodilla no ha podido cogerla, empezando poco a poco nuevamente a sentir el placer de montar en bici.

La Vuelta a la Bola del Mundo

Hace dos años me quedé con las ganas pero esta vez no podía fallar, tenía que ver la subida de los ciclistas a la Bola del Mundo y más aún cuando en esta edición Contador, Valverde y Joaquín "purito" Rodriguez nos estaban deleitando etapa tras etapa y como es natural el día fue de auténtico ciclismo por la dureza del recorrido como por el entorno donde los sufridos y grandes profesionales de la bici rodaron durante todo el día.

Sin más preámbulos, el que suscribe junto con la familia y mi primo David, nos dimos un madrúgón de escándalo para llegar primeramente a La Granja y coger un autobús que nos iba a subir al Puerto de Navacerrada, por la vertiente de Segovia, la subida conocida como las siete revueltas.

Una vez arriba estaban acondicionando y dando detalle a los últimos preparatavos de la zona donde estaban montados los camiones, podio y demás ya que hasta arriba es imposible subir vehículos pesados.

mis hijos en el podio

El día estaba totalmente abierto con un sol de justicia y nos decidimos subir andando hasta la cima, la Bola del Mundo, 3 km. duros, duros, duros...nada más desviarte de la carretera, curva a derecha y después curva a izquierda..."trassss"...primera pared a superar, un tramo que solo verlo duelen las piernas, con este calvario pasas la pancarta que te informa que te quedan 3 km., empieza el infierno.

Del tercero al segundo la pendiente baja un poquito, pequeños descansitos al.....14 %, siendo el piso de hormigón, con tramos con piedras y con numerosas rajas...ufff...lo que tiene que costar subir esto...

Cuando quedaban dos kilómetros para meta, empezó a llover, menos mal que íbamos preparados, pero...había que aumentar el ritmo ya que los truenos y relámpagos estaban apoderándose de la montaña, avisando a los sufridos humanos lo que iba a caer.

Pasado el kilómetro dos y tras realizar una curva a izquierdas, la carretera se empinaba de una manera que no es normal, madre de Dios, que tramo más duro, creo recordar que conté cinco curvas de herradura  y entre curva y curva pendientes del 20 %, tremendo, siendo dificil de explicar, hay que verlo para creerlo y ver la dureza de la subida.

A 800 metros de conseguir nuestro objetivo, conquistar la Bola del Mundo, empezó a llover con más intensidad, por lo que decidimos refugiarnos en el edificio del telesilla, donde no cabía un alfiler, estábamos a 2.180 metros de altura...y...llegó lo que estábamos esperando...empezó a llover como si nunca hubiera caído agua, acompañado en ocasiones con granizo, teniendo que abrir los operarios del telesilla las naves para que la gente se introduciera dentro...madre mía como llovía y que fría hacía.

Una vez pasado el chaparrón, decidimos bajar nuevamente, ya que a lo lejos se veía otra bolsa de nubes muuuuuy negras.

Tras reponer fuerzas en la zona VIP, gracias a que Olivia nos había averiguado tres pases, vimos la primera pasada de los ciclistas por el Puerto de Navacerrada para verlos posteriormente en la primera rampa dura de la Bola del Mundo, ni que decir la cara de sufrimiento con la que iban, tirando la mayoría de riñones, pero hay que ver como suben esta gente.

Antes de colgar unas cuantas fotos, de más de 200, decir que ha sido una de las mejores etapas de la Vuelta a España que he visto jamás, por el ambiente, la multitud de personas que se agolparon en el Puerto, según la organización más de 400.000, por el colorido y como no, por el recorrido, una subida de las más duras que he visto en mi vida, viendo retorcerse a los ciclistas hasta la estenuación, impresionante, siendo la afición el pulmón de muchos ciclistas, los cuales también hay que felicitar por llenar la carretera, padecer el tiempo climático y las horas que se tira uno, para aplaudir y dar ánimos a los ciclistas.

El Euskatel tirando a bloque

Marcos Serrano

El grupo de los favoritos

Igor Anton

Phillipe Gilbert

Juanjo Cobo

junto a Beloki e Iñigo Cuesta

mi ídolo Valverde

junto a Contador
 

Joaquín "purito" Rodriguez

Denis Menchov

PD: Darle las gracias a Olivia por el trato dado.