sábado, 24 de mayo de 2008

VI MTB Sierra Nevada Limite

Mi primera carrera de Mountain Bike, con una bicicleta marca Gian que me dejó Javi, el hermano de mi cuñado Manolo; con muy poca técnica y menos kilómetros encima de una bicicleta de ruedas gordas, me presenté en Granada para intentar hacer y en su caso terminar, nada más y nada menos que..." La Limite", con un recorrido de 100 km. y un desnivel acumulado de 3.200 m., recorriendo parte de la maravillosa Sierra Nevada.


perfil de la prueba

Salida en Prado Llano
El día en cuestión junto con mi cuñado Manolo nos presentamos en Prado Llano y por lo menos yo, con muchos nervios pero ya la suerte estaba echada, no había vuelta atrás.

Como no, empezamos subiendo por el pueblo para después bajar por una pista de esquí, pero eso sí, sin nieve, con piedras como puños, para llegar a un sendero precioso entre pinos y así poco a poco íbamos devorando kilómetros sin darnos cuenta, tanto que me sorprendí cuando llevaba 50 km. y el terreno más o menos favorable.


Manolo me repetía constantemente: "tranquilo, guarda fuerzas que lo duro está por llegar"... que razón tenía, la sabiduría del que habla sabiendo y con conocimiento del terreno... y llegó, vaya si llegó...a partir de Cenes de la Vega empezaba mi particular infierno, subidas inhumanas, senderos minúsculos con barrancos acechando la caída del ciclista, como el que iba por la falda de la montaña para después subir al Llano de la Perdiz, ¿ por donde íbamos a subir ?...¿ por ahí ?, Manolo me dice: "se llama las cinco curvas", para mí era ir directamente al matadero, KO. técnico, una vez en el Llano de la Perdiz ya no era persona y lo peor que aún quedaban muuuuuchos Kms.


En primer plano Manolo, al final yo


primeras rampas

Cada subida me venía a mi mente, ¿ Que hago aquí ? ¿ Donde está mi flaca y el asfalto ?, mi fiel amigo en ese momento era el Hombre del Mazo, camino de Beas veía alucinaciones, dios santo...que suplicio, pero aún con tanto sufrimiento llegué a Güejar Sierra, donde el avituallamiento se me quedó chico, que hambre, comí hasta la eternidad pero aún así me sentía vacío.

Manolo en este punto me dejó, se le veía con fuerzas en cambio yo era un fantasma encima de la bici, pedaleaba por inercia y lo que no sabía era que... desde ahí hasta meta todo SUBIDA...! No, Dios mío !...esto no se hace a una persona, cuando tras salir del pueblo y cogí la primera rampa, era una auténtica pared, por ahí no se rodaba había que saltarlo, era la temida subida a hazallanas, durante 4 km. de autentica pared, más de una vez por no decir un montón tuve que poner pie a tierra, ya no podía más, esto era interminable.

subiendo hazallanas




Una vez terminado hazallanas, ibamos a parar a la carretera de Sierra Nevada, donde por La Sabina me encontré a Manolo "Indurain" andando, así que en compañía, a ratos en bici y otras andando llegamos a Prado Llano... ! por fín terminó el sufrimiento !.

entrando en Meta

entrando en Meta
Después de 8 h. 33 m. puedo decir que me sentí el tío más orgulloso de la Tierra, varias lágrimas rodaban en mi cara de dolor, lágrimas de felicidad y de orgullo de haber terminado una de las pruebas de mountain bike más duras de España.

No se si volveré, si aguantaré tanta sufrimiento otra vez pero lo que sí se es que soy un afortunado de haber sido uno de tantos héroes biker anónimos, cada uno con su historia, de poner nombre y apellidos en las cumbres de Sierra Nevada, donde nuestras ilusiones y esperanzas perdurarán en el aire para siempre.

domingo, 18 de mayo de 2008

XVIII Marcha Cicloturista "Subida al Santuario de Ntra. Sra. de la Sierra"

Aprovechando que mi cuñado Manolo se encontraba en Montilla, le convencí y medio le engañé para inscribirlo en la Subida a La Ermita de Cabra, lo malo es que la prueba era de carretera y él la hizo con la bicicleta de montaña, 90 km. que al final le sirvieron de entrenamiento para la semana que viene que vamos hacer La Limite en Granada.

Salida junto al Aguilarense



La prueba en sí era totalmente neutralizada, hasta la Zamorana, donde  primeramente se sube el Pto. El Mojón y enganchar con la subida final a la Ermita, desde ese punto era el tramo libre y cronometrado.

El recorrido era precioso, pasando por la carretera zigzagueante que bordea Zuheros hasta llegar a Luque, donde se encontraba el avituallamiento.


Parte de la expedición montillana



A partir de Luque nos adentramos por las carreteras poco transitadas, pero preciosas, ideales para hacer cicloturismo, estrechas, con toboganes y alguna que otra subida dura y constante, pasando por el Pueblo de Argal, Zagrillas, siempre rodeado de las montañas de Sudbética.

A Manolo en las subidas se le veía sufrir, con su bicicleta de 13 kg. más o menos, tenía que luchar y enfrentarse a las flacas de carbono y de aluminio de no más de 9 kg. con sus ruedas finas y ligeras, pero el tío se defendió de maravilla y a más de uno le dio para el pelo.


Una vez llegado a Priego y reagruparnos nos fuimos dirigiendo para la salida lanzada, la cual fue, como su nombre dice super-lanzada, aquí el Aguilarense tuvo que decir adiós a la carrera, se le rompió la cadena y se retiró, mala suerte.

El Pto. del Mojón lo subi bastante bien, cogí un ritmo bueno, aunque la cabeza la perdí y no por falta de fuerzas si no de mala colocación en la salida, me despisté un poco y adiós muy buenas...En definitiva la subida a mi parecer la hice bien, un poco retrasado de los primeros, pero personalmente terminé satisfecho y sobre todo me sirvió de entrenamiento para hacer La Limite, fue perfecto.


Subida de la Sierra

Carretera en zig-zag de la subida

Al final el tiempo fue de 56 m., Manolo entró un poco después pasando la hora, siendo el tiempo lo de menos porque siempre hay que quedarse con el buen ambiente y disfrutar de la bicicleta y del final, una paella con sus cervezas correspondientes.


entrando en Meta

PD: Mi enhorabuena a Paco, quedando tercero en meta.

domingo, 11 de mayo de 2008

II Marcha Cicloturista Ciudad de Montilla

Hacía muchos años que no se celebraba la marcha en Montilla, pero gracias a la Junta Directiva de la Peña Cicloturista Montillana, se pusieron al trabajo y consiguieron sacar adelante el nuevo proyecto, desde estas humildes palabras y desde mi blog, mis felicitaciones por tantas horas de sacrificio para  los que, desde la barrera, pudieran disfrutar del trabajo bien hecho.




De todos modos este no era mi año, por motivos laborales, no había entrenado mucho y es más, por esta época me encontraba en Madrid, así que venía los fines de semana a Montilla, pero no podía faltar a este evento y  colaborar con mi presencia a que la marcha saliese redonda, como así fue.


junto a otros miembors de la Peña Cicloturista Montillana


Paco Areque, Carrasco y yo


salida neutralizada
La salida era desde las Naves de Ciatesa, neutralizada hasta Castro del Río, 30 km. por delante para conversar e ir calentando las piernas.

La verdadera salida fue explosiva, por los repechones, yo hice un pacto con Paco Areque e intentar hacerla  juntos ya que como me decía él tampoco estaba muy fino y encima no se encontraba bien, y la verdad...es que tenía razón porque le costó la misma vida llegar a Baena, en ese punto lo dejé, no es que yo fuese mejor, pero las circunstancias de carreras así lo propuso.


Por los repechones

Poco a poco iba haciendo camino, me juntaba con otros grupos, me dejaban, después me cogían otros, así hasta llegar al Puerto de las Cumbres, donde mi familia estaba esperando para verme, subidón, subidón...pero duró como la gaseosa, después de 500 metros la dura realidad, otra vez plato pequeño y a ritmo.


Puerto de Las Cumbres





Cuando coroné el Puerto, la bajada me la tome muy tranquilo, estirando, bebiendo y comiendo, empezaban los amagos de calambres y...llegó el Corneta...con él...los calambres, madre mía que mal lo pasé, no podía dar ni una pedalada, así que sufriendo y casi arrastrándome llegué al Llano del Espinar, desde ahí terreno favorable hasta Montilla o...eso creía yo...hasta bajando me daban calambres, tuve que bajar con el plato pequeño...DIOS MIO...cuando termina este suplicio, Javi el hijo de Polonio me miró y me pregunto si iba bien, no pude ni contestarle, estaba concentrado en cada centimetro de músculo de mi cuerpo.

Me aproximaba a la "cuesta las ratas", y así iba como una "rata", la cabeza metida en el manillar y tirando de riñones hasta arriba, que dolor dios mío, pero por fín veía Montilla, la meta estaba cerca.


entrando en Meta

Al final prueba conseguida, el tiempo era lo de menos, 3h. 44m., espero que en años venideros continue esta marcha cicloturista, ya que es preciosa, con un recorrido exigente que recorre parte de la sierra montillana, dando a conocer a los cicloturistas de otras tierras, Montilla, ciudad del vino y de mucho más.
 PD: Mi felicitación a Paco, el Aguilarense, por terminar y saber sufrir encima de la bicicleta.