lunes, 19 de septiembre de 2016

Ruta Circo de Gavarnier-Pirineos

4 de septiembre.- Estando en los Pirineos no podía faltar la visita obligada al Circo de Gavarnier, era mi segunda excursión a este lugar mágico, maravilloso y espectacular, no dejas de mirar esa pared rocosa que se abre ante tus ojos, con sus 5,5 km de diámetro y sus murallas verticales de 1.500 metros de altura y sus decenas de cascadas hace un paisaje romántico que se instala indefinidamente en las mentes.

El coche se aparca en el parking público en la misma localidad de Gavarnier ( 5 euros ) y ahí empieza la ruta, 5 km hasta la base de la cascada Cola de Caballo. Primeramente andarás por un camino paralelo al río, muy agradable y solo mirar al frente siempre tienes a ese coloso circo esperando tu llegada, a la vez tan cerca y a la vez tan lejos.




Paso a paso te vas entrando en un bosque donde agradecerás las sombras, ya que hacía un calor impresionante, raro para las fechas en las que estábamos...no dejarás de asombrarte como las montañas van acercándose en este cañón, donde las cascadas de agua son continuas, rompiendo el silencio maravilloso de este paraíso.





La visión de la muralla rocosa es constante, siempre la tienes de frente, siempre se te va la mirada hacia allí...impresionante.

Tras pasar un tramo entre árboles, volvemos de nuevo a la planicie con el río junto a nuestros pies, para iniciar una subida constante y dura, menos mal que, entre árboles  que nos iba a llevar al hotel "La Cascada", que hace de refugio o de hospedaje para los senderistas de gran recorrido, un descanso en el camino para disfrutar en altura de este bello lugar.

Las vistas del Circo de Gavarnier desde este punto son inexplicables, algo que siempre se va a quedar en mi mente, te quedas sin palabras...eso sí desde este punto hasta el pie de la cascada quedan 1.100 m. ¿ paseo ?, ¿ corto ? ¿ ya estamos ahí ?...nada de eso, es el tramo más duro que vas a hacer en todo el recorrido, si en 4 km tardamos 1 hora y 10 minutos, solo en este kilómetro tardamos 48 minutos...







Tras retomar fuerzas con un bocata, iniciamos la marcha para subir la fuerte pendiente del camino, con muchas piedras, escurridizo en donde los sentidos tienen que estar atentos para no dar un mal paso...no se asuste nadie, peligroso no es....











Si en la distancia impresionaba, en los pies de la catarata Cola de Caballo y de la muralla parecíamos motas de polvo en esta grandeza natural, sublime...y si echabas la mirada hacia atrás, eras el señor de las tierras dentro de este paraíso que nos rodeaba. A 1.770 m. de altitud aproximadamente estábamos más cerca del cielo...


La vuelta por el mismo camino, aunque no podías dejar de mirar hacia atrás para contemplar el Circo de Gavarnier, te deja impresionado hasta la extenuación..



Y para terminar unos merecidos crepes con chocolate...


PD: No hay dos sin tres...

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