miércoles, 23 de diciembre de 2015

¿ Quién pide más ?


A las puertas de Noche Buena y metidos en la vorágine de la navidad, es el día ideal para disfrutar de la bicicleta con mi hijo Carlos, disfrutar de su compañía, de sus historias y de su inocencia, donde pedalada tras pedalada aprendes un poco de su persona, sus cosas y sus ganas de hacerte ver que siempre estará a tu lado y  me enseña que ese tiempo junto a él, es maravilloso y que ojalá sigamos compartiendo el amor por la bici y sigamos compartiendo nuestro tiempo juntos solo roto por el silencio de la naturaleza.

Han sido 19 km. de aventura por los caminos de Montilla, pasando por la Fuente del Caño, Lagar Blanco y San Cristobal, donde hemos parado a beber una poca de agua y disfrutar del mar de olivos...



Tras rodar entre tierra, piedras y polvo, salimos a la carretera de Nueva Carteya, para a los pocos metros coger nuevamente el camino del Yuste, donde nos llevaría a las puertas de Montilla y revivir en nuestra memoria lo vivido, esperando hasta la próxima salida, que espero que sea más antes que después.


PD: Orgulloso de mi hijo...

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