viernes, 24 de julio de 2015

Lanzarote (fin de viaje)

Con nuestro querido y ya amigo Fiat Panda, íbamos a recorrer la parte Sur Oeste de la isla, uno de los cuatro Parques Nacionales con los que cuenta las Islas Canarias y dentro de los 15 de España, el conocido y sorprendente Parque Nacional de Timanfaya.

   
                                                         

Imposible perderse, solo con seguir los vehículos que iban al lugar, no hacía falta GPS. Una vez dejado la localidad de Yaiza a la izquierda, entrabas en un paisaje rocoso, inerte y bastante singular, estabas rodeado de roca volcánica, magma solidificada por la acción del aire, donde la vida es poca, muy poca...

Antes de llegar al Centro de Visitantes, dos paradas con el vehículo, en puntos de control al Parque, una para ver las entradas y otra para contar los vehículos que entran, 10 salen, 10 entran...

El Parque Nacional era un hervidero de gente, la pena que el recorrido lo tienes que hacer montado en una "guagua", no permitiéndote bajarte para contemplar los espectaculares volcanes de las Montañas de Fuego, teniendo que hacer las fotos a través del cristal, aún así mereció la pena...








Rodeados de Volcanes, donde el suelo es una alfombra de roca volcánica, con sus formas raras y endiabladas, pareciendo arcilla que ha sido transformado en figuras imposibles, recorrimos las Montañas de Fuego, quedando alucinados por la belleza del paisaje, diferente a lo visto anteriormente y con el mar de fondo que hacía un contraste de color sorprendente.

Una vez terminado el recorrido, en el Centro de Visitantes nos hicieron una comprobación donde se demuestra que el interior de la tierra sigue caliente, volcando agua en un tubo y si estás despistado te pegas un susto tremendo, como a una que conozco yo...jijiji...el agua se convierte en vapor por las grandes temperaturas del interior, formándose un Geiser.



Tras disfrutar de las Montañas de Fuego y con una temperatura ideal, incluso con un poco de fresco, nos fuimos hasta la siguiente parada, las Salinas de Janubio..




Ver numerosas "piscinas" cubiertas de sal, una gran extensión de color blanco, hace que sea una parada obligadas de ver, y más si a un lado solo ves roca volcánica, oscura y con ganas de avanzar al mar y al otro lado ves el Atlántico, azul cielo y generoso a la vista...un deleite de colores todo separado por una estrecha carretera...
Siguiendo el viaje y muy cerca se encontraban Los Hervideros...ufff..que bonito lugar.


Se trata de una zona de acantilados donde el agua choca con gran fuerza contra las rocas, bufando y puliendo el acantilado, entrando hasta las mismas entrañas de la tierra por las cuevas que se han formado ya por la erosión y por la erupción de los volcanes...

Sitio peculiar, donde puedes verlo con seguridad a través de una serie de caminos en la roca y de balcones para contemplar la fuerza del agua en todo su esplendor.





Tras esta última visita nos dirigimos al pueblo El Golfo...un pueblo pesquero y muy pequeño, donde comimos estupendamente y sobre todo rodeados de paisanos andaluces, un camarero de Algeciras y otro de Almería  hicieron que la comida fuera amena y entretenida, pudiendo comprobar que en los pueblos aislados y pequeños el turismo extranjero no se acerca y se nota, aquí no hay hamburguesas ni comida snack, solo buen pescado de la zona, vino de la tierra y un trato más español.

Por último y para terminar la jornada y bajar un poco la comida, fuimos a ver el Lago de los Clicos, una laguna donde el color verde de sus aguas resalta entre la pared de roca a un lado (parte de un crater de un volcán), la tierra ceniza de la playa y el azul turquesa del mar y desde el mirador era espectacular.




En dos días vimos la isla, seguramente habrá algo más que ver, sobre todo me quedé con las ganas de ir a ver las Montañas Blancas, dos volcanes espectaculares, pero había que andar 10 km. y los niños no tenían calzado adecuado...ya tengo una excusa para volver otra vez..

Los días que nos quedaban en la isla disfrutamos de la playa, el sol y la piscina del hotel...para terminar, decir que ha sido un viaje estupendo y que Lanzarote sorprende gratamente...

Para finalizar alguna fotillo, tomando algún que otro brebaje...





PD: Hasta el próximo viaje y decir que tengo la familia más maravillosa del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario