lunes, 12 de enero de 2015

Visita a los Silos romanos

El 10 de enero, junto a mi hijo Carlos con nuestras máquinas bien engrasadas, íbamos a visitar los silos romanos, si...digo bien. Montilla y sus alrededores es zona romana, donde te puedes encontrar restos arqueológicos olvidados, restos de castillos de ensueño...entre olivos y maleza donde el paso del tiempo, les ha castigado en sus entrañas pero dejándolos con un aura de misterio y de historia, que va pasando de persona en persona gracias a las gentes de la campiña.


En una fría mañana, con la temperatura marcando un dígito, empezamos a pedalear, por el camino de Castro, pasando por el arroyo de la Carchena, el cual no llevaba mucha agua, para después coger el camino de la derecha y llegar a los silos romanos.



Un lugar donde las piedras conviven entre el verde de los olivos y las madrigueras de los conejos, donde algunas personas dicen que servían para guardar y conservar el trigo y resto de cereales y otras personas mencionan que es donde se resguardaban los soldados romanos en el mal tiempo...decir que a pocos kilómetros y en la carretera que va de Espejo a Nueva Carteya, se levanta un monumento dedicado a Julio Cesar en recuerdo a la Batalla de Munda contra Pompeya y que se realizó en toda esta zona.



Sirviera para lo que sirviera, toda persona de la campiña debería contemplar y encima haces doble función, "empapas" historia y haces deporte,pudiendo llegar en bici o haciendo senderismo.

Una vez visto los silos, de vuelta a Montilla, esta vez cogimos un poco de carretera, para adentrarnos en el camino de Lagar Blanco y pasar por la fuente el Caño, saliendo el recorrido circular, 17 km., comportándose mi hijo como un campeón, subiendo todos los repechos del camino, sin bajarse en ninguno, dando pedales y sabiendo sufrir...y el que conozca estos caminos, sabe que hay varios repechos que quitan el aliento.
En definitiva un buen día junto a mi hijo Carlos, que es lo más importante, e intentaré hacer más recorridos parecidos a este con él y sobre todo que la próxima vez, nos acompañe mi hija Lucía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario