sábado, 4 de mayo de 2013

Subida a Trevélez

De nuevo y con mucho acierto por la Directiva de la Peña Cicloturista Montillana, fuimos a carreteras granadinas, para subir la mítica y larga subida a la localidad de Trevélez, recorriendo la maravillosa y espectacular carretera serpenteante de la Alpujarra granadina, así que, muchas gracias y mis felicitaciones a la Directiva por recuperar esta salida.

Todo empieza a las 6 de la mañana en la estación de autobuses, donde 22 socios más otros 15 acompañantes aproximadamente nos vimos las caras adormiladas, para guardar las bicicletas y ponerse en marcha, recargando las pilas poco a poco, pensando en lo que se nos venía encima.


Este año la salida era en el Bar La Abadía de Padul, rodando en principio todos juntos, hasta que el Ciclos se puso a tirar, marchándonos Cancelara, Jiménez, Raúl, Rafa Castro y el que suscribe, andando rapidito, hasta que...por detrás nos adelantó un pelotón que en vez de ir en bici, parecía que iban en avión...ufff, ¡ como iban los mendas!; pero como nos gusta sufrir nos metimos a rueda Paco, Cancelara y yo, rodando a más de 40 km/h, sin bajar un ápice, costando mantenerse en la grupeta.

junto a Antonio Cabrera, un crack

los valientes

junto a Cancelara

La bajada a Durcal, fue tremenda, rodando a 70 km/h, pero la sensatez se apodéró de mi mente, levantando el pie, ya que entre la grupeta que era numerosa y al no conocerme la carretera, me descolgué junto a Cancelara, bajando más tranquilos y sin tanta gente.

El primer puerto del día, la subida a Lanjarón, un puerto suave, con rampas tendidas y corto, pero que si uno quiere, puede líar la mundial, no fue este el caso, así que tranquilitos hasta Lanjarón, llegando con una media de 32 km/h.






Tras reponer fuerzas y cinco kilómetros de bajada, nos acercábamos a Órgiva, donde giramos a la izquierda y...empezó el cachondeo, 36 km. aguardaban de subida para conquistar Trevélez.

El primero en saltar, como no, fue el Ciclos, tras él salté yo y detrás de mí Cancelara y el de Carteya; por detrás iban a su ritmo y desperdigados, la suerte estaba echada y cada uno jugó sus cartas.

Paco me sacó unos metros de distancia que ya no pude recuperar, y por detrás tampoco me cogían, así que toda la subida solito. En los primeros kilómetros se nos presentan rampas de cierta entidad, sobre todo hasta llegar al cruce de Cáñar, viendo todavía por delante a Paco, pasando otra zona dura de la subida, estamos por la zona de Carataunas, donde nos encontramos rampas al 7 % y llegar a la Ermita del Padre Eterno, teniendo en las piernas 12 km., y en donde el paisaje es maravilloso, barrancos, herraduras y las montañas con nieve, que bonito, agua por todos lados y es que el deshielo está haciendo acto de presencia.

Ahora vendría un tramo de descanso, incluso con alguna bajada, que las piernas agradecen, aunque no tomo ningún respiro, metiendo plato en estos tramos y así no aflojar la musculatura, teniéndola en tensión, encontrándome hasta el momento muy bien, subiendo con un pedaleo redondo y constante. A estas alturas a Paco ya ni le veo y es que la carretera serpenteante no deja ver mucho.

La próxima zona dura está por llegar, Pampaneira, rampas del 9 %, donde las piernas lo notan, metiendo todo el desarrollo, pero más que sufrir, disfrutas, que maravilla, el pueblo en sí es precioso y el paisaje es exuberante. Paso esta zona la pasé muy bien, con muy buen ritmo y ya no veo detrás a nadie siguiéndome, así que me parece que la subida la voy hacer solo, solo, solo.

Poco a poco vas devorando kilómetros, alternando rampas con algún descanso, hasta llegar a los últimos 10 km., cruce a la izquierda y nuevamente la subida se hace constante, curva tras curva vas haciendo camino, viendo Trevélez a lo lejos y este año, la nieve nos acompaña en la carretera, que maravilla.

Mi ritmo es bastante bueno, apretando cuando puedo y guardando en las rampas más duras y así llego a Trevélez, en segunda posición, ya que Paco llegó primero, sacándome nada más que 3 minutos, ¡ufff...!, que cerca he estado de pillar a super Paco, detrás de mí y a 6 min. aproximadamente, llega Cancelara y el de Carteya.




Las sensaciones buenísimas durante todo el recorrido, subiendo muy bien, subida larga y en donde la psique es fundamental, haciéndose incluso corta, en definitiva, muy contento conmigo mismo y una nueva subida a Trevélez en mis piernas y en mis ojos, lugar recomendable para visitar.

PD: Alguna de las fotos, cortesía de Antonio Cabrera, www.cicloturismocordoba.com

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