Llegó el frío, la lluvia, en fin...el otoño y el viento hace desaparecer las hojas caídas de los árboles, preguntándome...¿ se habrá llevado mi bicicleta también ?, os preguntareis porque de esta pregunta y es que desde la crono escalada con la Peña, hace ya casi un mes, no la he vuelto a coger, no sabiendo si sigue colgada o algún amigo de lo ajeno se la ha llevado....esto último seguro que no, porque verla la veo, eso sí, teniendo el cuadro un dedo más de espesor, ya que el polvo ahora mismo es su fiel aliada.
Pues la verdad que se nota el no hacer deporte, tanto físicamente como mental, sintiéndose uno más pesado, estresado y con ansiedad, por la tanto, tenía que hacer algo, y en la segunda semana de noviembre salí a correr, mejor dicho a rodar, quitarme el gusanillo y la sensación de pesadez.
El día 07 de noviembre, cuando dejé a mis niños en la piscina, rodé un poquito, bajando a la pradera, donde día dos vueltecitas, despacito, haciendo los míseros pero nada despreciables 3,3 km. en 20'10'', saliendo el kilómetro en unos sorprendentes 6:03 min/km, como veréis no era mucho pero mi cuerpo y sobre todo mi mete se despejaron una barbaridad.
Siguiendo con el mismo ritmo, el miércoles igual, aumentando en 4 minutos la duración, para pararme cuando llevaba corriendo 24 minutos y veinte segundos y como es lógico aumentando la distancia, 4,15 km, corriendo un poquito más rápido, pero solo un poquito, 5:51 min/km.
El viernes decidí hacer la distancia redonda de 5 km. y así lo hice, esta vez corrí 26'45'', aumentando la velocidad y el ritmo, la vedad que iba a mejor, me encontraba estupendamente, terminando en 5:20 min/km.
Después de estas tres salidas casi consecutivas, esperaba coger el hábito y dedicarme a correr un poco más en serie, pero ni lo uno ni lo otro, volviendo al punto de partida, es decir, nada de nada....
Espero que la fecha del examen salga pronto, porque sino cuando vuelva a coger nuevamente a mi amiga de dos ruedas, voy a tener que aprender a dar pedales con dos patines para no caerme, esto de trabajar y estudiar no te deja tiempo para otra cosa, pero así es la vida, el que quiere algo debe sacrificar otra cosa, esperando que dicho sacrifico sea temporal.
Nos vemos en la carretera, algún día de estos.
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