domingo, 2 de diciembre de 2007

I Marcha MTB Ciudad de Espejo

Nuestros vecinos de Espejo quieren organizar con el fin de que se consolide una marcha de MTB por los alrededores de Espejo y en su Campiña, así que organizó esta salida, para poder opinar, dar ideas y sobre todo disfrutar del mountain bike, así que con un día despejado y mucho frío, nos presentamos en Espejo un numeroso número de montillanos, los cuales todos fueron en vehículo hasta la salida, menos mi cuñado Manolo y yo, que nos fuimos en bicicleta por el camino Borbollón, vamos...para calentar piernas...es que somos más chulos...!

Unos 50 biker nos vimos las caras en la Plaza, donde empezamos la ruta, después de los saludos inicales y del buen rollo que se repiraba, empezamos a subir las empinadas rampas de Espejo, hasta alcanzar el castillo muy bien conservado y digno de ver.

Nos íbamos alejando de Espejo, por una pista toda favorable en dirección a Santa Cruz, pero el primer obstáculo del día, el río Guadajoz iba subido por las fuertes y constantes lluvias caídas en la zona durante los días anteriores, así que media vuelta y seguimos por el camino que nos iba a llevar a la carretera, a la N-432, donde el asfalto fue el protagonista y no lo dejariamos hasta llegar cerca de los yacimientos arqueológicos Ateagua, donde se encontraba el avituallamiento y dede ahí la cosa se iba a poner más complicada, tanto por la dureza como por el barro, había tramos que rodábamos por los surcos que habían dejado los tractores y el que perdiera el equilibrio o pusiese el pie en el suelo...barro hasta los tobillos.


Seguimos rodando para salir a la carretera de Bujalance, siempre rodando en grupo y en armonía, donde tras cruzarla nos encontramos la primera subida de importancia, siempre por pista, donde los más fuertes se perdieron en la lejanía, yo me quedé atrás a un ritmo tránquilo, no estaba para florituras mientras Manolo se le veía bastante fuerte.

Una vez pasado Castro del Río, cogimos el camino la Vereda de Montilla, una subida dura y con las lluvias de los días anteriores la había convertido más dura aún, los reguerones, las piedra sueltas y el cansancio hacían un coctel peligroso. En este punto Manolo pegó un "arreón" al que le siguieron solamente un biker de Espejo y Antonio Castro, llegando los tres arriba, después Antonio me diría: "como va tu cuñado...".

Después de tanto sufrimiento pero de disfrutar al 100% de la bicicleta llegó el merecido descanso y como mejor, comiendo chorizo y morcilla de Espejo, únicos en el mundo, así que varias tapas de tan delicioso manjar acompañados con dos cervecitas y de vuelta para Montilla ya que Manolo y el que suscribe teníamos que hacerlo montados en nuestros caballos de tortura.

En total 78 km. en las piernas que nos dejó temblando, pero esto es lo de menos, lo importante es que el Club de Espejo consiga sacar para adelante el proyecto de organizar en Espejo su marcha de MTB, yo desde aquí os digo que ha sido perfecta, no os desanimeis y hacia adelante.

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