La carrera no empezó el día nueve a las 16 horas, no...empezó varios días antes del sábado, en cuanto le dije que había entrado en la lista de admitidos, a partir de ahí empezó su propio entrenamiento psicológico....todos los días comentando como lo iba hacer, como iba a correr, como iba a bajarse de la bicicleta, etc, etc, etc...los nervios y la tensión se apoderaba de su cuerpo de 9 años...uffff...demasiado, pero en realidad estaba disfrutando maravillado de que iba a participar en el duatlón.
Llegó el gran día y sus nervios iban creciendo poco a poco...el ambiente en la salida era espectacular, niños por aquí, niños por allá...padres convertidos en fotógrafos profesionales con cámara en mano, realizando fotografías a diestro y siniestro y sobre todo el olor en el ambiente a vida sana, a personas comprometidas con el deporte ofreciendo a los niños un estilo de vida que seguramente asimilarán y lo harán suyo.
Llegamos sobre las 14:45 horas al punto de salida, recoger el dorsal y meter el material (bicicleta y casco) en boxer, dándonos tiempo a realizar el recorrido de bicicleta para que Carlos pudiera verlo y memorizarlo en su interior.
En la categoría de Benjamín, su prueba constaba de 500 metros corriendo, 2 km en bicicleta y 250 m. corriendo y el tiempo que estuvimos esperando hasta que empezó, Carlos estaba super nervioso, todo el rato explicando como iba a realizar las transiciones....y ese momento llegó...empezaba lo bueno:
Con su equipación de guerra, se dio la salida, la carrera fue muy rápida y prácticamente en grupo, llegando casi todos juntos a los boxer ha realizar la transición de la bicicleta, ahí Carlos perdió un poco el ritmo y se descolgó del grupo, aún así iba metido en carrera y totalmente concentrado, llegaba la hora de la bicicleta, 2 km. les estaban esperando...

La segunda transición la hizo más rápido pero se le veía cansado, el último tramo de carrera iba poco a poco, guardando las poquitas fuerzas que tenía y controlando su pequeño cuerpo para llegar a meta con dignidad, con orgullo y felicidad...y como todo campeón, llegó pletórico, pero más pletórico y orgulloso estaba yo.


En definitiva un carrerón que se marcó, terminando en el puesto 23....el 23 de Andalucía...ufff, suena bien, muy bien, con un tiempo de 11:27.00.
El resumen de este gran día es ver a mi hijo Carlos verlo disfrutar, divertirse, sentirse importante, orgulloso, feliz, se me acaban los calificativos y yo de verlo así, un auténtico campeón.
El tiempo pasará, el crecerá y hará su vida...pero lo que nunca se olvidará ni se llevará el tiempo son estos ratos, los recuerdos, el disfrutar de mi hijo, el compartir aficiones y el amor tan f¡grande que siento por él, solo puedo decir: "hasta la próxima".