IX Marcha Cicloturista Aguantacerros

El 7 de junio era un día donde las "flacas" tenían todo el protagonismo, las únicas máquinas que tenían que rodar por las carreteras de la campiña cordobesa, bien guiadas por los sufridos ciclistas que tendrían que aguantar el inmenso calor que para ese día marcaban todas las páginas del tiempo, un día donde la épica y el espíritu ciclista, o mejor dicho, cicloturista, fue vapuleado y menospreciado por los "ángeles de la carretera"...ángeles sin alas vistiendo de verde.

Era su novena edición, donde nunca ha pasado nada, solo buenos comentarios y gente satisfecha y feliz por pasar un día de auténtico ciclismo, pero este año empezó a torcerse cuando la Guardia Civil, en un principio ya llegó tarde, saliendo la marcha media horas después y con muchas exigencias en las maletas de las motos.

Los primeros kilómetros neutralizados hasta Nueva Carteya, siendo la conversación entre ciclistas el comportamiento de la Guardia Civil, estando el ambiente enrarecido...

En Nueva Carteya se dio la salida lanzada, aunque el coche neutro no se retiró inmediatamente, si no que siguió su ritmo y todos detrás...ufff, algo pasaba.

Tras sortear las primeras curvas peligrosas en dirección a Baena, el vehículo se retiró y pudimos coger cada cual su ritmo...personalmente iba muy subido de pulsaciones intentando que la cabeza no se fuera mucho, acompañado por Miguel (musculitos) y Manolo (Indurain) formamos una grupeta muy buena donde tres componentes de la peña de Fernan Núñez nos iba llevando poco a poco...pero...llegó lo que todos temíamos; una vez bajado el Bejarano y llegar al cruce para dirigirnos a Luque, la Guardia Civil para a los primeros para el "reagrupamiento" del pelotón, algo inverosímil y anecdótico en esta marcha.

Una vez reagrupados los agentes de la "autoridad", permiten que nuevamente los ciclistas cojan cada uno su ritmo ideal, con la sorpresa que al poco tiempo deciden nuevamente reagruparnos.

Es en este punto,  los amantes de la bici empiezan a indignarse con las decisiones de estos agentes y su actitud poco comprensiva y diría yo, un poco chulesca, más semejante a los matones de discoteca que a personas que se consideran agentes de la autoridad.

Muchos participantes decidieron quitarse el dorsal y abandonar la marcha, una pena...

Tras varias paradas más y rodar todos juntos ya en protesta por este comportamiento sin sentido, llegamos nuevamente a Montilla, indignados, defraudados y con el sabor de que gracias a varios agentes de verde  se han cargado una marcha que le hace muy bien al pueblo, ya que viene mucha gente de toda España...

En señal de protesta por el trato recibido por la Guardia Civil, los ciclistas entramos andando en la meta, recibiendo los aplausos del público asistente...

imagen sacada del periódico Montilla Digital

Decir el buen hacer de la organización, que no defrauda nunca estando siempre a la altura...