Este año la marcha era considerado campeonato de España de Maratón BTT por lo que se encontraban entre los 1.600 inscritos aproximadamente lo más granado en el panorama español del Mountain Bike, destacando entre otros Francisco Mancebo (excorredor profesional de carretera) y a la postre Campeón de España, Sergio Mantecón, Pedro Trujillo, Marc Trayler...y entre estas estrellas yo, el cicloturista que su objetivo era bajar de seis horas.
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perfil de la prueba |
Este año venía con más preparación y con ganas de hacerlo bien, sobre todo pensando en no tener ningún percance físico ni mecánico y así intentar lograr mi objetivo.
La salida estaba repleta de ciclistas, aunténtica serpiente multicolor y como pasa en estos grandes eventos caras de ilusión y ganas de vivir un apasionante día de Mountain Bike que con esta carrera se consigue, al ser rápida, dura y muy técnica, pero sobre todo los bellos parajes y paisajes de la sierra cordobesa, orgullo de tener en esta tierra este trozo de Sierra Morena.
La carrera en sí, empezó fulminante, los profesionales salieron a un ritmo de vértigo, es así que cuando yo enfilé la Avd. del Brillante la cabeza de carrera estaba girando por la Arruzafilla dirección al patriarca.
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instantes en la salida |
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Paulo con el 735 y yo a su lado |
Una vez entrados en la Vereda de Trassierra, lugar ideal para pararse a hacerse una foto, sobre todo cuando llegas a las escaleras de madera, donde hay un banco de piedra, las vistas son inmejorables; pero como estaba tan enchufado en la carrera decidí pararme otro día.
Todo el recorrido es expectacular, precioso y bello de verdad, mucho sendero donde algunas veces no ves ni el cielo de lo frondoso de la vegetación, pasando el bosque de Fargo y el arroyo del Bejarano, donde su pequeña catarata nos saluda majestuosamente, siguiendo hasta Las Jaras, madre mía que repecho antes de llegar al avituallamiento.
camino al bosque de de fargo |
En el kilómetro 55 aprox. de carrera llegábamos al Santuario de Santo Domingo, donde el avituallamiento es de parada obligatoria, hasta este momento me iba encontrando bien y a partir de aquí venía, como me lo había planificado, la segunda parte de mi carrera, nada más dejar el avituallamiento un cuestarrón nos esperaba para después otra bajada vertiginosa en dirección al Puente de Hierro y llegó lo que no quería que llegase...los temidos calambres y "Dios mío" como entranron, el primero casi me tira de la bicicleta, suerte la mía que a 50 metros había una ambulancia, llegué a ella arrastrándome y después de estirar, una buena partida de reflex, me alivió un poco, pero ya en las cuestas no podía forzar, los calambres me acompañaron hasta la meta y cada vez que veía asistencia médica, reflex al canto, este fue mi aliado hasta el final, eso sí 20 km. finales de puro sufrimiento.
Por último la cañada real Soriana con sus temidos escalones naturales y la cuesta Arrastraculos fueron la estocada final, iba con muchos dolores a causa de los calambres, pero mi objetivo estaba cerca así que decidí sufrir, cuando entramos en el cuartel del Cerro Muriano, los dolores desaparecen y la sensación de haberlo conseguido se apodera de ti, da igual las veces que lo hayas hecho, cada una es distinta a las demás y el orgullo que uno siente en ese momento es inexplicable.
Subiendo la Cuesta Arrastraculos |
Después de todo el calvario pasado conseguí mi objetivo de bajar de seis horas e hice un tiempo de 05 h. y 56 m.
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