Sorprende el número de ediciones de la Luna Llena montillana, en 1.990 comenzó la historia, los primeros pasos para guiar a los niños a amar la bicicleta, la naturaleza y así poder hacer un deporte sano, siendo lo más importante la ilusión que demuestran los peques, al estar acompañados de sus padres en una noche inolvidable de bicicleta.
Este año y un año más, en compañía de mis dos hijos, Lucía y Carlos, cogimos nuestras bicis para realizar los no más de 10 km. por caminos de la campiña sur, dándonos cita cerca de mil personas, para disfrutar de un día donde los protagonistas y héroes son los niños.
Tras recorrer las calles del centro de Montilla, repletas de gente para ver pasar la caravana ciclista, aplaudiendo y animando a los niños, pisamos al final tierra, rodando por el paraje de la Fuente Nueva, bajada que para mis hijos se les hace eterna y sobre todo a Lucía ya que sus manos sufren de tanto frenar.
Con la luna a nuestra espalda y las luces dando vida al camino, seguimos por la Fuente del Piojo, Canteras de Descansavacas, Vereda de los Limones, El Cuadrado y el Camino del Carretón, para concluir en el Polideportivo, donde nos esperaba el mericido bocata para retomar fuerzas.
Decir los campeones que fueron mis hijos, haciendo alrededor de 16 km., con sus pequeñas piernas y aunque terminaron bastante cansados, disfrutaron de lo lindo y yo más de ver sus caras orgullosas y felices.
PD: Eché de menos un minuto de silencio por el fallecimiento de Rafael (Cirilo), mentor del ciclismo en Montilla, desde este rincón de internet, mi más merecido pésame.
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