Puerto de 13,6 km. con rampas no muy duras, pero muy constantes que no bajan del 7 %, eso sí con algún descansillo, sobre todo en los primeros cinco kilómetros. Nosotros íbamos a subir andando 8 km aproximadamente para verlos en una zona de curvas donde las rampas son más duras, cerca del 10% y así poder disfrutar como estos "extraterrestres" se vuelven más terrenales.
Decir que el Tour es otra historia, otro mundo, el ambiente era espectacular y desde horas muy tempranas, la carretera era un hormiguero de aficionados y las cunetas totalmente repletas de gente desde el primer kilómetro, sorprendente y eso que el sol daba de los lindo...¡ que calor...!.
Mientras hacíamos nuestro peregrinaje nos adelantó un montillano, Oscar, subiendo el puerto en bicicleta...¡ que envidia...!.
Como no teníamos prisa en subir, de vez en cuando tocaba parar para tomar energía y así disfrutar de las vistas del paisaje y del agua. mucha agua...
Una vez en el punto elegido, tocaba pasar unas cuantas horas viendo a miles de cicloturistas subir, gente andando con banderas de todos los rincones del mundo y sobre todo la caravana de publicidad que hace, que el tiempo se acorte y la espera sea más amena.
Sobre las 16:30 horas, llegaba lo bueno, los héroes, los deportistas que hacen de este deporte un espectáculo y que personalmente me emocionan poniéndome los pelos " de punta", auténticas máquinas encima de otras máquinas.
Nada pudo hacer Valverde contra un Níbali incontestable y en donde los franceses dieron mucha batalla, así que como buen aficionado, chapó para ellos.
Después de disfrutar del espectáculo y vivir el ciclismo por todos los poros de nuestro cuerpo compartiéndolo con la gente, nuevamente había que bajar, después de haber pasado una calor insoportable, siendo la bajada un poco técnica ya que bajamos con una familia de Barcelona por un atajo...¡ufff!, que atajo...
Terminó lo bueno, pensando en la próxima etapa, ¿ Que puerto será esta vez ?...
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