Este año me presentaba con muy pocos kilómetros en las piernas, para realizar un recorrido con mucho nivel, 82 km. exigentes, en donde tu cuerpo pasa por todos los síntomas posibles, tanto para bien como para mal.
Sin más, el día amaneció nublado, cubierto de nubes con ganas de dar guerra a los ciclistas, amenazando lluvia en todo momento, acompañado por una finísima brisa, haciendo que los cuerpos se tensaran del frío...y que frío antes de empezar.
La salida se encontraba en el Vial Norte, con todos los artilugios, arcos y demás para darle colorido a la salida, junto con las carpas de los militares, los cuales siempre atentos al ciclista y que sin su ayuda y disposición esta carrera no se podría llevar a cabo.
Poco a poco se iba llenando el cajón de salida, ciclistas procedentes de todos los rincones de España, luciendo con orgullo, los colores de sus respectivos club o peñas; notándose los nervios y las ganas de empezar, sobre todo para combatir el frío que se apoderaba de nuestras piernas, así que 1.800 biker ilusionados y orgullosos, rezaban en silencio a sus máquinas bien engrasadas.
La salida fue apoteósica, a todo hierro, donde las pulsaciones al llegar al canal ya iban disparadas y a unos metros delante de ti...ufff, que barbaridad...!!!. Iba rodando por el camino del Canal a 30 km/h, infatigable, y eso que solo estábamos en el km. 7.
Llegó la primera subida, la Canchuela, subida larga pero tendida, muy bonita, empezando a caer las primeras gotas del cielo, las cuales ya no nos iban a dejar hasta el Cerro Muriano.
El ritmo de subida era bueno, aunque con algún problema en el cambio trasero, al sufrir una caida en la salida, subí tirando de riñones, hasta llegar a la zona de Los Almendros, precioso donde el camino se convertía en sendero, rondaba el km. 19 y todabía íbamos muchos biker agrupados, teniendo que poner el pie en el suelo en más de una ocasión.
La zona por la que estábamos rodando era preciosa, pura naturaleza a nuestro alrederor donde los estraños éramos nosotros.
Continuando dando pedales, pasamos por una de las zonas màs conocidas y visitadas de Sierra Morena, Los Baños de Popea, dignos de ver, agua a raudales, una zona con un valor natural impresionante; por este punto nuestras doloridas piernas llevaban la suma de 34 km.
Como disfruta el biker por estos lugares, senderos preciosos, sinuosos, frondosos, siempre rodeado de verde y encima con el agua que nos estaba cayendo en la espalda, hacía que los senderos y caminos se pusieran ciclables al 100%, teniendo que estar siempre con los sentidos puestos, porque las raices que asoman están al hacecho de cualquier despiste para que te bajes de la bicicleta de una forma no muy recomendada.
Tras pasar por las Jaras, lugar rocoso, donde hay algún que otro repecho corto pero duro, donde te esfuerzas al máximo y tensas los músculos para poder subirlos y así vencer el terreno sin pensar que cada esfuerzo de más, posteriormente resta muy de prisa.
Llegaba la zona del campo de Golf, rondaba el km. 53 y la verdad que me encontraba muy bien, subiendo las cuestas encima de mi BH, para iniciar un descenso muy que muy complicado, mucha piedra suelta y algún que otro reguerón, hasta llegar al descenso de las Conejeras, una zona muy escarpada, técnica, rocosa y en donde hay que terner mucho cuidado si no quieres besar el suelo y tras una pequeña subida llegaba la bajada de Los Morales, larga y peligrosa, donde más de un biker vi caer con sus huesos.
Ya solo quedaba la subida de los escalones, la cual a estas alturas de carrera, se hacen eternas, pero esta vez la climatología acompañaba y es que la lluvia y la temperatura suave hizo que, por lo menos en mi caso, no me castigaran mucho los calambres, aunque en el km. 62, me dio un "viaje" en la pierna derecho que no veas....pero con masaje y algún gel, se me fue quitando, eso sí ya los esfuerzos duros, se terminaron.
Decir que el segundo tramo de los escalones, hasta arriba, sin poner el pie en el suelo, hasta llegar al inicio del arrastraculos, ahí si, andandito hasta arriba.
Los últimos kilómetros rodando a plato, comiéndole tiempo al crono, para entrar en la base militar, como un héroe anónimo, donde la superación y todo lo vivido durante el día se da por finalizado, solo queda recordar y disfrutar de esta preciosa prueba, sabiendo que has dado todo por ese momento.
Mi tiempo final fue de 5:39.03 h.terminando en la posición 704 de la general y el 35 de mi categoría (cicloturista) de 1.800 biker, finalizando la prueba 1.535 ciclistas, con una media de 14.16 km/h.
No podría terminar sin agradecer a la organización todo su esfuerzo y empeño para que siga en el calendario andaluz esta preciosa prueba, estando todo muy bien organizado: salida, avituallamientos, señalizaciones, cruces, voluntarios...solo un pero, el caos en la meta, colas interminables para el parking de bicis, para la limpieza, duchas, coger autobús de vuelta...ufff, exagerado y es que espero que esta prueba no muera de éxito al aumentar las inscripciones.
Otro punto de agedecer es al pueblo de Córdoba, su acogida, donde en cada rincón de Sierra Morena había gente y mucha, animando en todo momento.
PD: El año que viene volveré pero para hacer el Trail.
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