miércoles, 13 de agosto de 2014

Tour de Francia-Puerto de Hautacam

Era el día grande, por el que habíamos hecho más de 1.000 km., solo para ver a los pro subir Hautacam y entre todos ellos, animar a Alejandro Valverde y al resto de la armada española.





Puerto de 13,6 km. con rampas no muy duras, pero muy constantes que no bajan del 7 %, eso sí con algún descansillo, sobre todo en los primeros cinco kilómetros. Nosotros íbamos a subir andando 8 km aproximadamente para verlos en una zona de curvas donde las rampas son más duras, cerca del 10% y así poder disfrutar como estos "extraterrestres" se vuelven más terrenales.

Decir que el Tour es otra historia, otro mundo, el ambiente era espectacular y desde horas muy tempranas, la carretera era un hormiguero de aficionados y las cunetas totalmente repletas de gente desde el primer kilómetro, sorprendente y eso que el sol daba de los lindo...¡ que calor...!.

Mientras hacíamos nuestro peregrinaje nos adelantó un montillano, Oscar, subiendo el puerto en bicicleta...¡ que envidia...!.




Como no teníamos prisa en subir, de vez en cuando tocaba parar para tomar energía y así disfrutar de las vistas del paisaje y del agua. mucha agua...




Una vez en el punto elegido, tocaba pasar unas cuantas horas viendo a miles de cicloturistas subir, gente andando con banderas de todos los rincones del mundo y sobre todo la caravana de publicidad que hace, que el tiempo se acorte y la espera sea más amena.






Sobre las 16:30 horas, llegaba lo bueno, los héroes, los deportistas que hacen de este deporte un espectáculo y que personalmente me emocionan poniéndome los pelos " de punta", auténticas máquinas encima de otras máquinas.

Nada pudo hacer Valverde contra un Níbali incontestable y en donde los franceses dieron mucha batalla, así que como buen aficionado, chapó para ellos.








Después de disfrutar del espectáculo y vivir el ciclismo por todos los poros de nuestro cuerpo compartiéndolo con la gente, nuevamente había que bajar, después de haber pasado una calor insoportable, siendo la bajada un poco técnica ya que bajamos con una familia de Barcelona por un atajo...¡ufff!, que atajo...





Terminó lo bueno, pensando en la próxima etapa, ¿ Que puerto será esta vez ?...

miércoles, 6 de agosto de 2014

El Lago de Artouste

Esta vez íbamos a pasar la frontera y adentrarnos en los Pirineos franceses, subiendo nuestro querido Puerto del Formigal y bajando el sorprendente, interminable, precioso y mítico Puerto del Portalet, hasta el Lago de Fabréges, donde nos esperaba el teleférico y posteriormente el tren más alto de Europa, para recorrer el precioso Valle de Ossau.

Lago de Fabréges


  
Una vez arriba, en la Estación de tren, las vistas son sorprendentes, contemplando el Pic Du Midi D'Ossou y los picos nevados, Pic de Soques, donde la vista se olvida y te abandona en la gran maraña de montañas y picos, sintiéndote un insignificante punto entre tanta grandeza.






Empezaba la diversión, el tren más alto de Europa, nos iba a llevar al lago de Artouste, en 55 minutos aproximadamente, cruzando el Valle de Ossau, disfrutando del recorrido y viendo maravillado un Aguila Real, posado en una roca, impresionante la envergadura del "pájaro", así como las marmotas que se acercaban al tren posando, sabiendo que eran las protagonistas del momento.








Llegado a nuestro destino, y dándonos un paseo de 15 minutos, contemplamos maravillados el Lago de Artouste con sus aguas azules, rodeados de montañas nevadas, una auténtica postal a 2.000 metros de altura, con unas vista impresionantes del Valle.









Terminada esta ruta familiar, donde los niños disfrutaron mucho, tocaba reponer fuerzas para la vuelta, nos comimos un merecido crepe francés de chocolate, que estaba para chuparse los dedos.