viernes, 23 de junio de 2006

Quebrantahuesos 2006

Mi primera Quebrantahuesos, madre mía que nervios, salimos de Montilla, aproximadamente 15 personas, levantándonos a las 05:00 horas del jueves para llegar a Sabiñánigo a la hora de comer, sí, habéis leido bien, por delante nos quedaban 900 km, más o menos.
Era mi primera marcha cicloturista que hacía, y como buen cicloturista había que estrenarse nada más y nada menos con la prestigiosa y dura Quebrantahuesos. Por el camino, los demás todo el rato dándome consejos, que no aprietes, que comas que es muy largo, ten cuidado con el Portalet, etc...Cuando ibamos llegando, que bonito, que verde está todo, comparado por la zona donde yo vivo, ésto era un jardín botánico y lo sorprendente que había agua por todos lados, lo mismo que en mi tierra de Córdoba.
Nada más llegar desmontamos las bicicletas, nos fuimos para la habitación y a comer un poquito, ya que a las seis, íbamos a dar una vuelta y preparar a las máquinas porque a nosotros....



Parte de la expedición
 Una vez probadas las bicicletas y de ir a recoger el dorsal y todos los bartulos que te daban, impresionaba el ambiente a ciclismo, más diría, a puro ciclismo que se vivía, ciclistas por todos lados, mirando los stans, comprando...una auténtica locura y ahí pensé que empezaba la Quebrantahuesos.
El día de la prueba a las seis de la mañana despiertos para ir a desayunar, tremendo lo que comí, no había desayunado así en mi vida, pero me alegre durante la prueba, salimos con un ritmo tremendo, a 40 km/h de media a los pies del Somport, puerto no muy duro pero que los kilometros finales eran exigentes


Subiendo el Somport
Una vez coronado el Somport, la bajadita un poco larga, la "hostia", era interminable y como no quería perder ritmo, bajar dando pedales, me metí en un grupito y así hasta el temido Marie Blanc. Yo solamnete conocía este puerto de escuchar a los colegas y de verlo por la tele en el Tour de France, por lo que con todo lo que había escuchado iba con miedo, cuando llegamos al cruce y empezamos en sí el puerto, los primeros kilometros muy llevaderos, pero de repente "Dios mío que pasa", las piernas no responden, buscando desarollos como un "loco" y pasó lo que pasó, tuve que bajarme de la bicicleta dos veces, a respirar y a buscar el corazón por la cuneta.

Subiendo el Marie Blanc
Eso sí cuando se corona y bajas el puerto, tienes la sensación de que has estado en el cielo y bajas al paraíso, que bonito el valle donde se encuentra el avituallamiento y que relax.

El temido Portalet, como me decían mis compañeros de expedición, no es duro por la dureza, si no por lo largo que es y sí has llegado machacado al marie Blanc, aquí lo pagas, pues a mi todo lo contrario que bien subí, a ritmo de velero y eso sí los paisajes se quedan en mi retina, eso ya está dentro de mí, no se puede explicar con palabras, hay que verlo, olerlo, sentirlo...eso sí a 10 km. de coronar aproximadamente nos calló una "chupa" de agua que parecía que se iba acabar el mundo, que frío bajando el portalet, pero con las ganas que tenía y la ilusión de terminar mi primera quebrantahuesos, estaba eufórico y no había agua ni frío que acabase conmigo.

Subiendo el Portalet

 El que más me costó y  me dio la puntilla fue la tachuela de la Hoz de Jaca, dios mío que 2 km. para olvidar pero me junté con un grupito y así hasta Sabiñánigo, tiempo final 08h y 14 m.,  tiempo de plata, pero era lo de menos, lo importante que pertenezco a esa serie de heroes anónimos que ha terminado una quebrantahuesos, la primera de muchas más.

Hoz de Jaca
Llegada a meta con dos amigos de la Peña